Las instituciones se están adaptando a la realidad, 36 de los Colegios de Abogados se han autodenominado Colegios de la Abogacía, porque según los datos del CGAE,  los censados son un 44% son mujeres y un 56% hombres, si bien este dato varía con la edad. Mientras, los colegiad@s ejercientes mayores de 60 años el 78% son hombres, en menores de 60 años se iguala el porcentaje, 51,4% hombres y 48,6 mujeres; y entre 25 y 45 años, el porcentaje de abogadas sube al 54%. Hemos esperado 100 años para tener un lenguaje inclusivo en nuestros colegios, desde que en 1920 se admitiese la colegiación de abogadas en el ICAM. 

¿Cuánto más tenemos que esperar? Actualmente, las abogadas solo constituyen la base de la pirámide en la profesión, de los 19 grandes bufetes 851 son socios y 201 socias; y de los 89 de los principales despachos de abogados, porque estos si siguen llamándose así, un 94,7% son hombres y un 5,3% mujeres. Estos datos se reflejan también en cargos intermedios, pues las comunicaciones corporativas que se refieren en exclusiva a nombramientos o incorporaciones de abogadas representan un 31,5% por el 59,5% de las noticias que recogen nombramientos e incorporaciones de hombres, el resto son comunicaciones conjuntas de varios candidat@s.

Esta desigualdad se mantiene en los Decanatos de los Colegios de Abogados,  hay 71 hombres y 12 mujeres.

Y en el sector público, en Fiscalía, el 65% de l@s fiscales son mujeres, pero los rangos elevados del Ministerio Fiscal suponen un 62% de hombres. En este sentido, de las 2.918 juezas en activo frente a 2.402 jueces, cifras que se consolidarán porque, actualmente, siete de cada diez nuevos ingresos en la carrera judicial son mujeres, solo el 38 % de las profesionales consigue una plaza en tribunales de rango superior, según recogen los informes del Consejo General del Poder Judicial CGPJ. Ejemplo de ello es que en el Tribunal Constitucional hay 10 hombres frente a 2 mujeres; en el Supremo, 61 hombres y 16 mujeres; en los tribunales superiores de justicia, hay 318 hombres y 186 mujeres. 

Las cifras de este sector reflejan la realidad española, solo seis de cada cien CEO son mujeres, solo el 17% están en posiciones que reportan directamente al director general y solo hay un 33% de consejeras, como recoge el estudio Women Matter España: tramos pendientes, elaborado por McKinsey & Company.

Aún sigue haciendo falta celebrar el 8M para visibilizar que la desigualdad que sentimos en primera persona existe. Debemos fijar nuevas metas y plazos para acabar con el techo de cristal y la brecha salarial, aunque estos obstáculos parezca que son los mismos año tras año. Luchamos porque otras antes lucharon y debemos agradecer sus pasos, entre otras, a las últimas premiadas por igualdad del Consejo General de la Abogacía a la abogada y feminista española Ángela Cerrillos, a la presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico Maite Oronoz y, a título póstumo, a María Alfonsa Aragón, la primera abogada que ejerció el cargo de juez en España.

Sigamos, corramos, NO QUEREMOS ESPERAR¡¡¡¡¡

Amalia Fernandez Doyague. Abogada. Vicepresidenta AEMPI

Natalia Barcena Fernandez. Abogada – Economista.